EL ORIGEN DE LA OBRA...                   

 

           Transformista del espíritu

 

 

¿Cómo empezó esta mutación? ¿En que momento? En ese estado de alienación,no solo no sabía quien era, tampoco era consciente del mundo externo.

No comprendía de qué se trataba la vida, era casi un estado demencial,un gran enigma envuelto en crisis y angustia existencial que domina a toda hora.

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El aislamiento quita el aire que desaparece en la desolación abismal.

¿Cómo es mi individualidad?  ¿Se ha perdido o se la robaron los fantasmas?

Los mismos que en la noche me acosan sin darme respiro, lo sé y no lo sé, cuando el manto del recuerdo es la tumba que me cubre hasta asfixiarme.

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Muchas capas de mi alma tienen que ser destruidas, todas las estructuras aniquiladas. Así quedarán casi mágicamente limpias y purificadas las heridas,de la vulnerable y triste infancia, de ese pasado torturante que me transporta a mi mundo interior vertiginosamente, impulsándome hacia el lado críptico del ser

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¿Hacia dónde voy en este viaje? Extraños seres me acompañan desde otras dimensiones.

¿Esta Dios todavía de mi parte o ya se olvido de mí? Mi lado místico me guía desde el Absoluto. ¿Es hacia la muerte que me dirijo tan lentamente? Olvidé mi bagaje en esta búsqueda desesperada donde mi Yo se recicla a cada minuto, transformándome.

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Los trajes se pierden en el camino, se los traga el vacío junto con  fotos rotas, cuando el olvido parece ser el único redentor de mi espíritu, del conflicto irresoluto.

¡Oh, mi conciencia!, ese lugar indefinido, universal; donde el abandono y el desamor

colman los estadios en los que domina el horror, en un pacto tácito por liberarse…

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¿Que rol me toca actuar en este escenario? Si es posible la liberación, solo lo es dentro del cambio perpetuo y del espíritu eterno, como la única solución y vida posible.

Esta metamorfosis  me transporta a lugares recónditos del infinito, donde no existen la felicidad ni los honores, no hay ego y no hay dolor ni muerte, solo exaltación del ser.

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El universo me devuelve con nueva información y los cíclicos estadios místicos me purifican. Hoy estoy seguro de la nada y de todo a la vez, desmaterializado por momentos. Despojado de las quimeras de antaño sigo viajando, la individualidad es mi nave hacia nuevos planos donde todo es aventura, novedad y absoluto misterio.

 

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                              Nicko Miljovichevich